Introducción
En los agroecosistemas de montaña un problema de gran envergadura lo constituye el manejo y la conservación de los recursos naturales y en especial de la diversidad biológica, el cual es consecuencia de un grupo numeroso de causas, entre las cuales se encuentran la degradación de recursos fito y zoogenéticos; la carencia de sistemas de monitoreo y gestión de la biodiversidad, que permitan manejar el riesgo derivado de eventos climáticos extremos; la falta de identificación de elementos de la biodiversidad, que sirvan a los fines productivos y de conservación; la falta de visión biológica que permita asegurar la continuidad de la viabilidad genética de poblaciones silvestres; la ausencia de actividades que valoren la diversidad biológica nativa, su mejora y utilización racional; la contaminación química y biológica de los cursos de aguas por inadecuado manejo de efluentes y residuos orgánicos; entre otros (Salazar et al.,2018).
Materiales y Métodos
En el periodo comprendido entre enero 2018 y julio del 2019 se caracterizó la biodiversidad agrícola de 41 agroecosistemas, de ellos 27 dedicados a la producción de café, 5 a la producción de coco, 3 a la producción de cacao y 6 a la silvopastoril. Los agroecosistemas estudiados se localizan en tres municipios de la provincia Guantánamo (Yateras, Manuel Tames y Baracoa) y en el municipio Sagua de Tánamo, en la provincia Holguín
Para conocer la composición de la biodiversidad agrícola en agroecosistemas de montaña se realizaron entrevistas a los agricultores, apoyados además, en la observación visual que permitió identificar especies, variedades, cultivares y clones de cultivos comerciales. En cada una de las fincas se identificaron las especies de plantas que cultivan, descartando su propósito productivo y el tipo de agroecosistema. Se trabajó con las bondades de la investigación descriptiva, no experimental, utilizando materiales Identificativos de cultivares comerciales resilientes a los efectos del cambio climáticos publicados en 2017.
Resultados y Discusión
La producción de granos en agroecosistemas de montaña está representada por los cultivos del maíz y el frijol (Figura 1). Aunque en los cuatro tipos de agroecosistemas estudiados los agricultores implementan ambos cultivos, es el maíz el de mayor presencia, debido quizás a su importancia tanto para el consumo humano como animal.
Este aspecto llama la atención, por cuanto en la cultura agroproductiva del campesino cubano es muy arraigada la producción de frijol y maíz, ya sea mediante la asociación de ambos cultivos o, la práctica de realizar rotaciones con ambas especies de granos; lo cual obedece a que el maíz es un cultivo que demanda muchos nutrientes del suelo y, el frijol es una planta que aporta nitrógeno al suelo a partir de la simbiosis con bacterias fijadoras del nitrógeno.
Figura 1.
Representación de granos en los agroecosistemas estudiados.
En los agroecosistemas de cacao y coco la producción de frijol y maíz está más equilibrada, con una mayor presencia del frijol en los agroecosistemas cocoteros y con paridad entre ambas especies de granos en los agroecosistemas cacaoteros.
En la Tabla 1 se presenta la diversidad de variedades de frijol que cultivan los agricultores en sus predios. Se aprecia la preferencia por la siembra de variedades tradicionales de este grano en los agroecosistemas cafetaleros, la tenencia de variedades altamente productivas como la BAT-300 y Delicias en sistemas cacaoteros y cocoteros, localizados en Quibiján (Zona de influencia del sector Baracoa del Parque Nacional Alejandro de Humboldt, municipio Baracoa). En general se observó mayor presencia de variedades de frijol caupí, colorados y negros en los diferentes tipos de agroecosistemas.
Tabla 1.
Variedades de frijol preferidas por los agricultores en agroecosistemas de montaña.
Con relación al maíz (Tabla 2), se encontró que los agricultores solo emplean dos variedades tradicionales en todos los tipos de agroecosistemas evaluados, con una ligera preferencia por la variedad canilla.
Tabla 2.
Variedades de maíz preferidas por los agricultores en agroecosistemas de montaña.
AGROECOSISTEMA | VARIEDADES (%) | |
---|---|---|
Canilla | Tuzón | |
Cafetalero | 88.9 | 81.5 |
Cacaotero | 50.0 | 50.0 |
Cocotero | 66.7 | 66.7 |
83.3 | 66.7 | |
TOTAL | 84.2 | 76.3 |
La diversidad de hortalizas producidas en los diferentes agroecosistemas se muestra en la Figura 2, se encontró que los agricultores desconocen las variedades de col, habichuela y lechuga, mientras que utilizan la variedad Amalia (tomate) y Español-16 y Verano-1 (pimiento). En el caso del cultivo de la lechuga solo se reportó en el agroecosistema cocotero. La diversidad de los cultivos en la agricultura ha demostrado ser una vía para proteger a los agricultores de plagas y enfermedades, mediante la introducción de variedades, adaptabilidad de cultivares (Vázquez Moreno, L. 2013).
Figura 2.
Especies de hortalizas presentes por tipos de agroecosistemas evaluados.
Estudios similares fueron desarrollados por (García, y Castiñeira, 2006) donde inventariaron 8 especies de granos y 14 especies de cultivos diferentes en las áreas de Reservas de la Biosfera Cuchillas del Toa.
Con respecto al ñame (Tabla 3), se observan los clones distribuidos en los diferentes agroecosistemas donde se pudo constatar la presencia de los clones amarillos e inglés en agroecosistemas cafetaleros, amarillo, inglés, amarillo blanco, cartagena, guinea y cáscara fina en cocotero y solamente el clon amarillo en agrosilvopastoril. Esto se le atribuye a que es un cultivo que solamente es utilizado para el autoconsumo familiar en cada predio estudiado y que no genera grandes ingresos económicos. Es necesario hacer énfasis en el cultivo del ñame (Dioscorea alata) y sus clones amarillo e inglés, amarillo blanco, cartagena, guinea y cáscara fina en los agroecosistemas cocoteros, siendo este un cultivo que los agricultores muestran gran interés para cultivarlos por lo que en la comunidad de Quibijan intentan conservar sus materiales genéticos.
Tabla 3.
Viandas presentes en los agroecosistemas estudiados.
En la tabla 4 se representa la producción de boniato en todos los agroecosistemas estudiados lo que destaca la presencia de los clones blanco y morado, exceptuando el agroecosistema agrosilvopastotil en el que los agricultores solo se dedican a la producción del clon morado.
Tabla 4.
clones de boniato de mayor interés para los agricultores en los agroecosistemas.
AGROECOSISTEMA | VARIEDADES (%) | |
---|---|---|
Blanco | Morado | |
Cafetalero | 37.0 | 51.8 |
Cacaotero | 100 | 100 |
Cocotero | 40 | 40 |
Agrosilvopastoril | 0.0 | 66.6 |
TOTAL | 39.47 | 60.52 |
Cuando se analizan las viandas por tipo de agroecosistemas (Figura 3) se observó que el cultivo de la yuca, la malanga y el ñame se encuentran presentes en cada uno de los agroecosistemas, seguido por la producción de boniato y plátanos presente en los agroecosistemas de coco y cacao. El cultivo de la malanga Xanthosoma y Colocacia) representada por sus colores identificativos (blanca y morada) presenta buena aceptación por los agricultores en los diferentes agroecosistemas pero sus mayores áreas se encuentran en las comunidades de Quibijan donde este cultivo genera importante fuentes de ingreso aparejado alcultivo del coco y el cacao. Estudios similares fueron desarrollados por (García y Castiñeira 2006) donde inventariaron 8 especies de granos y 14 especies de cultivos diferentes en las áreas de Reservas de la Biosfera Cuchillas del Toa en diferentes tipos agrecosistemas.
Figura 3.
Especies de viandas presentes por tipos de agroecosistemas estudiados
Al analizar los frutales (Figura 4) y teniendo en cuenta las plantaciones de guayaba (Psidium guajava) están representadas en los agroecosistemas cafetaleros, y con mayor producción en el cocotero. Cabe resaltar que el cultivo de la guayaba (Psidium guajava) se produce con el fin del autoconsumo familiar y en pequeñas cantidades para la entrega estatal. En los agroecosistemas cafetaleros y silvopastoril las plantaciones de piña (Anonas comusus) se ve desfavorecida lo que indica las pocas áreas dedicada al cultivo, no así en el cacaotero donde este cultivo se encuentra distribuido en todas las áreas estudiadas, lo que se le atribuye al interés que muestran los agricultores por los altos ingresos que provoca este cultivo en el mercado negro.
Por otro lado, las plantaciones de zapote (Manilkara zapota) no es un interés en los agroecosistema de café (Coffea ssp) y silvopastoril esto atribuye a que no es un cultivo de importancia para los agricultores y solo se encuentran plantas distribuidas de forma irregular en los diferentes predios. En la misma situación se encuentran los cítricos representados en fincas cafetaleras y cocoteras aunque en bajos niveles de producción, en los últimos años las especies de cítricos en ambos agroecosistemas, los bajos niveles de plantación del cultivo pueden estar causado por la baja disponibilidad de posturas para el establecimiento de nuevas plantaciones.
Salazar., et al 2018 en estudios similares demostraron la riqueza de especies agrícolas presentes en 12 agroecosistemas cafetaleros por lo que se registraron 17 especies de granos, 12 especies de viandas y 7 de hortalizas.
Figura 4.
Especies de frutales presentes por tipos de agroecosistemas estudiados.