Desde mi visión no profesional de la literatura, tengo la segura percepción de que el lenguaje poético de los Versos Sencillos de Martí es recurrente en el empleo y manejo de la naturaleza y en particular, de las aguas, como imagen, contacto, referencia, símbolo.
Ese entendimiento que data ya de años me ha ido motivando, de a poco, para tratar de decir en palabras escritas parte de mi imaginación relativa a cómo Martí se acerca, siente y refleja “las aguas” en su poesía. Semejante reto, de un gran alcance para mí, siempre lo había apartado y demorado por estar convencido de no poder desempeñarme con cierta confianza y dignidad, dada la altura del hombre y del tema. Aun escribiendo lo que se lee, pienso que es un desahogo personal, por ya tantos deseos casi auto reprimidos por enfrentarlo.
Dicho lo anterior, siempre se me habían mezclado varias fuentes para este propósito. La principal fue que encontré un fácil acceso al Martí de sus Versos Sencillos, ... verso breve y sincero..., a su decir, por la creatividad y genialidad abarcadora, tanto en forma como en contenido. Es deslumbrante su lectura y relectura y ayuda a descubrirte.
Otro componente importante es el hecho de que mi desarrollo profesional siempre ha estado vinculado a las aguas terrestres y al medio ambiente, aun luego de mi jubilación y sobre ello he escrito y expuesto trabajos técnicos y visiones, entre otras cosas.
Confieso que el último disparador del reto mayor, fue encontrarme por casualidad y mucha satisfacción, con el texto introductorio a la más reciente edición crítica de los Diarios de campaña de José Martí, preparada por la investigadora Mayra Beatriz Martínez del Centro de Estudios Martianos, 2007, titulada “El Camino de las Aguas”. Esta oración que identifica lo escrito es trascendental. No creo que pueda haber otra para identificar la poesía de la autora, cuando describió y vivió a Martí, desde su desembarco hasta su caída.
El que creo entronque definitivo para abordar esta casi aventura, es que el término “camino del agua”, “camino de las aguas”, en lo que sigue sin la poesía martiana, es usual emplearlo desde el punto de vista técnico, al explicar cómo se originan las aguas terrestres, donde se captan y se almacenan y cómo se tratan y conducen a las ciudades, industrias, para sus diferentes usos sociales, económicos, ambientales. Las aguas terrestres transitan una compleja vía desde las cuencas superficiales y acuíferos subterráneos hasta nuestras casas, industrias, regadíos, mediante distintas tecnologías, permitiendo así su pleno empleo.
También ha aparecido el término en referencias escritas de especialistas y periodistas al tratar el tema del agua, desde las fuentes hasta el destino, con objetivos de divulgación y educación. No solo es importante poder contar con recursos hídricos. Es también indispensable disponer de la infraestructura hidráulica para asegurar su uso en función del desarrollo sostenible.
Así las cosas, casi que se cierra “mi ciclo”. He pensado en esto día por día y hasta hoy me había resistido a su seducción. Trataré de hacer el intento.
Debo expresar que el vínculo martiano respecto al agua al que me referiré en las próximas páginas, se relaciona con lo que hoy le llamamos “aguas terrestres”, que sin complicaciones de alguna índole, engloban las de ríos, arroyos, cañadas, riachuelos, lagos, lagunas, manantiales y las que subyacen. Su fuente natural renovable es la lluvia. No es el ánimo ni el interés emplear definiciones técnicas del término, que sí aparecen en instrumentos legales, tales como la Ley 124 de las Aguas Terrestres (Gaceta Oficial de la República de Cuba. No. 51 Extraordinaria, 16 de noviembre de 2017) u otras de diferentes categorías.
Todos los textos en cursiva son de Martí.
Por último, siempre he tratado de promover una relación más estrecha, vinculante y sólida, entre la literatura y las ciencias sociales, con las ciencias naturales y exactas y la ingeniería. Nuestro país y todo el Planeta hubiera sido mejor si lográramos esto. De ahí que pretenda entonces que estas páginas, sean una muy modesta contribución a ello.
Julio de 2021.
VERSOS SENCILLOS (José Martí)
⌅En lo que para mí es una Introducción, aunque no está escrito, fechada en New York 1891:
Yo he visto en la noche oscura
Llover sobre mi cabeza
Los rayos de lumbre pura
De la divina belleza.
-
Esta lluvia martiana es fuente de renovación, felicidad, alegría, aun en medio de oscuridades y problemas. La lluvia alimenta los ríos y arroyos, como alimenta a él de pureza, belleza y espiritualidad. Es rayo de lumbre pura de la divina belleza. Habla de sus sentimientos con la imagen de la lluvia asociada a lo divino.
Yo sé bien que cuando el mundo
Cede, lívido, al descanso,
Sobre el silencio profundo
Murmura el arroyo manso.
-
Otra visión, otra maravilla. El arroyo manso es tranquilidad, sosiego creador en el silencio profundo. Las aguas del arroyo solo murmuran, creando una atmósfera de calma.
III
Con los pobres de la tierra
Quiero yo mi suerte echar:
El arroyo de la sierra
Me complace más que el mar.
-
Su arroyo de la sierra es el ansia de libertad para su patria, la entrega a la lucha, es vivir lo que añora y trabaja para ello. Que lo complazca más que el mar, no es una comparación física, es expresión de su interior, de adentro, de la tierra, su tierra, su sierra, sus aguas, que las desea vivirlas y sentirlas libres.
IV
¡Volveré, cual quien no existe,
Al lago mudo y helado:
Clavaré la quilla triste:
¡Posaré el remo callado!
-
¿Añoranza por lo querido que ahora está lejos? Ahora asocia al lago mudo y helado con su tristeza; no hay movimiento, no cambian las cosas y clava su quilla y posa el remo. Aún así, no está derrotado.
Mi verso es como un puñal
Que por el puño echa flor:
Mi verso es un surtidor
Que da un agua de coral.
-
Su verso es un puñal, es surtidor, es agua de coral. Es su revolución, el arrebato de libertad, de su lucha, sin venganzas, es remolino y pureza, clara, transparente, como el agua que emana del subsuelo, del manantial.
VII
Quiero a la tierra amarilla
Que baña el Ebro lodoso
Quiero el Pilar azuloso
De Lanuza y de Padilla.
-
Mucho quiere a Aragón Donde ... , entre otras cosas también importantes, ... rompió su corola la poca flor de mi vida. El Ebro es su Ebro cargado de historias y de aguas revueltas, con mucho lodo por el arrastre de la tierra amarilla por las lluvias.
Son sus propios sentimientos de idas y vueltas, al vivirlo todo con la misma intensidad del caudal del río que baña a esa tierra. Su identificación con los que luchan, sean quienes sean, se hace aquí evidente con la cita de Lanuza y Padilla.
IX
Se entró de tarde en el rio,
La sacó muerta el doctor:
Dicen que murió de frío:
Yo sé que murió de amor..
XII
En el bote iba remando
Por el lago seductor,
Con el sol que era oro puro
Y en el alma más de un sol ...
-
Iba feliz, remando, con su alma repleta de soles que eran oro, por el lago seductor, en el que sus aguas, con su movimiento, sus ruidos, colores y olores, lo seducen y hacen que respire con plenitud.
XVII
Bajo, en lo oscuro, al temido
Raudal de la catarata:
¡Y brilla el iris, tendido
Sobre las hojas de plata!
-
Su sencillez es lo más profundo. Cuantas ideas en estas veinte palabras. Uno puede solo leer y conformarse con sus figuras y vuelos. Pero ¿por qué ... temido raudal de la catarata ?. ¿ A quién amenaza este raudal para ser temido, si luego. brilla el iris tendido sobre las hojas de plata?.
Las abundantes aguas que caen son las que hacen la unión de todo, de la tierra y el cielo, de lo oscuro y lo claro, de lo temido y querido y todo ello aparece renovado por las aguas y brillando en ...las hojas de plata.
COMENTARIOS FINALES
⌅Las aguas en los Versos Sencillos de Martí son expresión de su sentir espiritual y estado de ánimo. Maneja las aguas y su simbología con exquisita elegancia, sencillez, armonía, también con rigor y equilibrio. No encontré referencia desajustada ni desordenada, en sus imágenes. El comportamiento del agua en la naturaleza le proporciona fuente de inspiración poética para su espiritualidad, para interpretar su realidad.
De la lectura, tengo la opinión que Martí tiene incorporada una percepción, básica e intrínseca, del ciclo del agua en la naturaleza y lo manifiesta en su poesía de distintas formas, como cuando se refiere al vínculo lluvia - arroyos - ríos - manantiales - surtidores y estos al mar. De otra manera no hubiese alcanzado la maestría en su empleo literario.
El hecho físico del agua como recurso natural lo aborda como puente y fuente para su creación.
La gestión del agua “en su camino” así como el desarrollo hidráulico, no solo el cubano, hubieran transitado por logros muy superiores, de haberle incorporado este sentido y profundo imaginario martiano. Estamos a tiempo.