Las montañas y sus valles interiores ocupan el 24% de la superficie terrestre a nivel global y albergan aproximadamente el 12 % de la población mundial (UNESCO, 2013UNESCO 2013. ““Conservación y desarrollo sostenible en zonas de montaña””. https://www.agua.org.mx/wp-content/uploads/filespdf/doc_pdf_5692.pdf.). Los ecosistemas montañosos ofrecen numerosas y diversas fuentes de servicios ambientales, siendo el suministro de agua uno de los más importantes. Alrededor del 40% de la población mundial depende indirectamente de las montañas para el suministro de agua (FAO, 2015FAO 2015. “Montañas y recursos hídricos”. http://www.fao.org/docrep/w9300s/w9300s08.htm.).
Las regiones montañosas constituyen uno de los ecosistemas más sensibles al cambio climático y están siendo afectadas a un ritmo más rápido que los otros hábitats terrestres (Barry, 2008Barry, R. 2008. Mountain Weather and Climate. Boulder, USA: Cambridge University Press, 532 p., ISBN: 978-0-521-68158-2. Barry, R. 2008. Mountain Weather and Climate. Boulder, USA: Cambridge University Press, 532 p., ISBN: 978-0-521-68158-2.; Ramallo, 2013Ramallo, C. 2013. “Caractérisation du régime pluviométrique et sa relation à la fonte du glacier de Zongo”. In: Grenoble, France, Université Joseph Fourier.). Existen referencias de la indudable importancia y complejidad de las montañas en el equilibrio climático del planeta y su susceptibilidad ante el cambio climático (OMM, 2011Organización Meteorológica Mundial (OMM) 2011. Marco mundial para los servicios climáticos: potenciar la capacidad de los más vulnerables. (ser. Informe del equipo especial de alto nivel sobre el marco mundial para los servicios climáticos), Resumen Ejecutivo., no. No 1066, Ginebra, Suiza.: Organización Meteorológica Mundial., 12 p.; UNESCO, 2013UNESCO 2013. ““Conservación y desarrollo sostenible en zonas de montaña””. https://www.agua.org.mx/wp-content/uploads/filespdf/doc_pdf_5692.pdf.; FAO, 2015FAO 2015. “Montañas y recursos hídricos”. http://www.fao.org/docrep/w9300s/w9300s08.htm.; IPCC, 2015IPCC 2015. Quinto Informe de Evaluación del IPCC: Cambio climático 2013-2014. Evaluación técnica y científica, no. 5to, Ginebra, Suiza: OMM.;). Adicionalmente, la evaluación, predicción y proyección del clima en terrenos complejos es un desafío difícil debido a los procesos físicos, geográficos y termodinámicos involucrados (Fernando, et al., 2017Fernando, J.S.; Joshua, P. H.; Katopodes, F.; Pardyjak, E.; Dunn, P.; Pratt, T.; Hoch, S.; Steenburgh, J.; Whiteman, D.; Pu, Z. & F.J. de Wekker, S. 2017. Mountain Terrain Atmospheric Modeling and Observations (MATERHORN) Program. Reporte Final del Programa, no. N00014-11-1-0709, Notre Dame, Estados Unidos.: University of Notre Dame, 43 p.). Es también documentado que los procesos tierra-atmósfera que ocurren en terreno complejo elevan exponencialmente su naturaleza multifactorial, por lo que se hace pertinente un tratamiento particularizado (Yoshino, 1975Yoshino, M.M. 1975. Climate in a Small Area. An Introduction to Local Meteorology. Tokyo, Japón.: University of Tokyo Press., 549 p.; Barry & Seimon, 2000Barry, R. G. & Seimon, A. 2000. Research for Mountain Area Development: Climatic Fluctuations in the Mountains of the Americas and Their Significance. : 364-370.; Barry, 2008Barry, R. 2008. Mountain Weather and Climate. Boulder, USA: Cambridge University Press, 532 p., ISBN: 978-0-521-68158-2. Barry, R. 2008. Mountain Weather and Climate. Boulder, USA: Cambridge University Press, 532 p., ISBN: 978-0-521-68158-2.; Gil & Olcina, 2017Gil Olcina, A & Olcina Cantos, J 2017. Tratado de climatología. España.: Universidad de Alicante., 952 p., ISBN: 84-9717-519-0.; Fernando, et al., 2017Fernando, J.S.; Joshua, P. H.; Katopodes, F.; Pardyjak, E.; Dunn, P.; Pratt, T.; Hoch, S.; Steenburgh, J.; Whiteman, D.; Pu, Z. & F.J. de Wekker, S. 2017. Mountain Terrain Atmospheric Modeling and Observations (MATERHORN) Program. Reporte Final del Programa, no. N00014-11-1-0709, Notre Dame, Estados Unidos.: University of Notre Dame, 43 p.). Gil y Olcina (2017)Gil Olcina, A & Olcina Cantos, J 2017. Tratado de climatología. España.: Universidad de Alicante., 952 p., ISBN: 84-9717-519-0. afirman en su Tratado de Climatología, que el estudio del clima de las montañas medias y pequeñas es una de las lagunas con que aún hoy cuentan los análisis climáticos a nivel global. En el caso del archipiélago cubano, la dinámica del clima en las montañas afecta una porción significativa de los recursos naturales y medioambientales. En especial las lluvias orográficas son una de las fuentes fundamentales de recursos hídricos para el país. Estos aspectos resaltan la necesidad de un conocimiento más preciso del clima en estos ecosistemas.
La presente investigación aborda los antecedentes de los estudios de montaña en Cuba. En la misma se resumen los conceptos y métodos relacionados con los estudios de montaña referenciados en el ámbito internacional y nacional, con énfasis en los realizados a escala local.
Para la realización de este trabajo se realizó una revisión bibliográfica de estudios climáticos en montaña publicados en el ámbito internacional y nacional. Como marco teórico se adoptaron los conceptos y métodos referenciados en estos estudios, particularizando en los estudios climáticos a escala local en montañas medias y pequeñas de regiones tropicales e insulares.
Fueron analizadas las investigaciones del clima en Cuba en los últimos 55 años, cuyo objeto de estudio estuvo relacionado con la dinámica del clima en las montañas, aunque haya sido de manera parcial. Se tomaron en consideración desde el punto de vista geográfico, las realizadas en montañas medianas, montañas bajas, pequeñas premontañas y las alturas tectónico-litológicas (Portela, 1989Portela, A. H. 1989. “Geomorfología 1:1000000”. In: Nuevo Atlas Nacional de Cuba., Instituto de Geografía de la Academia de Ciencia de Cuba y por el Instituto Cubano de Geodesia y Cartografía ed., Habana, Cuba.: Academia de Ciencia de Cuba, p. 300.; Acevedo, 1992Acevedo, M. 1992. Geografía Física de Cuba. t. II ed., Habana, Cuba: Editorial Pueblo y Educación. ). Se consideró el tratamiento dado en estas investigaciones a los indicadores: escala, factores climáticos geográficos y elementos del clima según la definición de la OMM (OMM, 2011Organización Meteorológica Mundial (OMM) 2011. Marco mundial para los servicios climáticos: potenciar la capacidad de los más vulnerables. (ser. Informe del equipo especial de alto nivel sobre el marco mundial para los servicios climáticos), Resumen Ejecutivo., no. No 1066, Ginebra, Suiza.: Organización Meteorológica Mundial., 12 p.).
El clima es estudiado a diferentes escalas temporal y espacial (horizontal y vertical). La Organización Meteorológica Mundial (OMM) sugiere, como mínimo, series temporales climáticas de 30 años para la caracterización del clima a partir de un conjunto de datos (OMM, 2011Organización Meteorológica Mundial (OMM) 2011. Marco mundial para los servicios climáticos: potenciar la capacidad de los más vulnerables. (ser. Informe del equipo especial de alto nivel sobre el marco mundial para los servicios climáticos), Resumen Ejecutivo., no. No 1066, Ginebra, Suiza.: Organización Meteorológica Mundial., 12 p.). Se asume que esta serie cronológica es representativa de la población de la que se extrae y describe tendencias, persistencia, oscilaciones periódicas y cuasiperiodicas, irregularidades y otras particulares que caracterizan el clima del área de estudio. Según las escalas espaciales de análisis del clima, varios autores la dividen en microclima, clima local, mesoclima y macroclima (Yoshino, 1975Yoshino, M.M. 1975. Climate in a Small Area. An Introduction to Local Meteorology. Tokyo, Japón.: University of Tokyo Press., 549 p.; Oke, 1987Oke T.R. 1987. Boundary Layer Climates. Second edition ed., Routledge, London: Taylor & Francis e-Library, ISBN: 0-203-40721-0.; Geiger, et al., 2003Geiger, R.; Aron, R. H. & Todhunter, P. 2003. The Climate Near the Ground. sixth edition ed., Lanham, MD, USA: Rowman and Littlefield Publishers, ISBN: 978-3-322-86582-3.; Barry, 2008Barry, R. 2008. Mountain Weather and Climate. Boulder, USA: Cambridge University Press, 532 p., ISBN: 978-0-521-68158-2. Barry, R. 2008. Mountain Weather and Climate. Boulder, USA: Cambridge University Press, 532 p., ISBN: 978-0-521-68158-2.).
Lecha et al., (1994)Lecha, L.B.; Paz, L.R. & Lapinel, B. 1994. El Clima de Cuba. La Habana, Cuba.: Editorial Academia, 186 p. asevera que la interacción entre el régimen de radiación, la circulación atmosférica y los factores geográficos, determinan las condiciones físicas objetivas que definen los rasgos climáticos. Además, si bien la interacción del régimen de radiación y la circulación general de la atmósfera sobre Cuba tienen una representación estacional dentro de los mecanismos climáticos de macroescala, la influencia de los factores climáticos geográficos asigna una peculiaridad local a dicho proceso. En áreas montañosas de Cuba el comportamiento climático es afectado por combinaciones de factores climáticos geográficos como la altura sobre el nivel del mar, forma del relieve y distancia al mar o efecto de continentalidad. Otro factor climático geográfico significativo en regiones montañosas es la orientación de la ladera con respecto a dirección predominante del viento (sotavento, barlovento) y con respecto a la trayectoria aparente del sol (solana, umbría) (Boytel, 1972Boytel, F. 1972. Geografía Eólica de Oriente. Editorial Oriente.. 246 p.; Montenegro, 1993Montenegro, U. 1993. Caracterización Climática de las montañas de la región oriental de Cuba. Fondo Bibliográfico del Centro Meteorológico Provincial Santiago de Cuba, Cuba. Informe a la Academia de Ciencia de Cuba, 89 p.; Peña-de la Cruz, et al., 2017Peña-de la Cruz, A.; Delgado, R.; Montenegro, U.; Rodríguez, L.; Savon, Y.; Baza, R. & Hernández, R. 2017. Metodología de monitoreo y evaluación de las variables y factores formadores del clima para una línea base climática de los ecosistemas de montañas en la región oriental de Cuba. Informe de Proyecto, no. P211LH007-016, Habana, Cuba.: INSMET, 137 p.; Roque, et al., 2018cRoque, A.; Montenegro, U. & Peña-de la Cruz, A. 2018b. “Particularidades del viento en la region oriental del pais”. Revista Cubana de Meteorología, 24(3): 335-348, ISSN: 0864-151X., 2018aRoque, A.; Ferrer, A.; Borrajero, I. & Sierra-Lorenzo, M. 2018a. “Elaboración de pronóstico energético a corto plazo para parques eólicos”. Revista de Ingeniería Energética, 39(2): 115-122.)
En esta investigación se consideraron 25 estudios relacionados con la dinámica del clima en las montañas, realizados parcial o completamente por el Sistema Meteorológico de Cuba en los últimos 55 años (ver Anexo).
En los estudios analizados, la generalidad se ha realizado a escala espacial mesoclimática. La altitud, como factor climático geográfico, ha sido analizada en el cien por ciento de los estudios de clima de montaña en Cuba. De los elementos climáticos la precipitación ha concentrado la mayor parte de las investigaciones seguido por la temperatura (tabla 1).
Para definir los estudios climáticos a escala local en zonas montañosas se utilizaron los conceptos de microclima y topoclima propuestos por Geiger (Geiger, 2003Geiger, R.; Aron, R. H. & Todhunter, P. 2003. The Climate Near the Ground. sixth edition ed., Lanham, MD, USA: Rowman and Littlefield Publishers, ISBN: 978-3-322-86582-3.). Las definiciones de topoclima varían atendiendo a criterios de extensión espacial (Gil & Olcina, 2017Gil Olcina, A & Olcina Cantos, J 2017. Tratado de climatología. España.: Universidad de Alicante., 952 p., ISBN: 84-9717-519-0.). No obstante, un elemento en común de todas estas definiciones es el que define el topoclima como las características del clima local asociadas a la presencia de montañas (Yoshino,1975Yoshino, M.M. 1975. Climate in a Small Area. An Introduction to Local Meteorology. Tokyo, Japón.: University of Tokyo Press., 549 p.; Flohn, 1979Flohn H. 1979. “Climatology as a Geophysical Science.”. Climate Monitor, Special Edition: 10-18.; Choisnel, 1981Choisnel, E. 1981. “Notions d´échelle en climatologie”. La météorologie, VII(4): 44-52.; Landsberg, 1981Helmut E. Landsberg 1981. The Urban Climate. ilustrada, reimpresa ed., Elsevier Science, 275 p., ISBN: 0-12-435960-4.; Oke, 1987Oke T.R. 1987. Boundary Layer Climates. Second edition ed., Routledge, London: Taylor & Francis e-Library, ISBN: 0-203-40721-0.; Barry, 2008Barry, R. 2008. Mountain Weather and Climate. Boulder, USA: Cambridge University Press, 532 p., ISBN: 978-0-521-68158-2. Barry, R. 2008. Mountain Weather and Climate. Boulder, USA: Cambridge University Press, 532 p., ISBN: 978-0-521-68158-2.; Gil & Olcina, 2017Gil Olcina, A & Olcina Cantos, J 2017. Tratado de climatología. España.: Universidad de Alicante., 952 p., ISBN: 84-9717-519-0.). En este estudio se utiliza como definición de topoclima la propuesta por Yoshino (1975)Yoshino, M.M. 1975. Climate in a Small Area. An Introduction to Local Meteorology. Tokyo, Japón.: University of Tokyo Press., 549 p. que señala una escala horizontal de 10 m a 10000 m y una escala vertical entre 0.1 m a 1000 m. La Figura 1 muestra un ejemplo idealizado de la relación entre macroclima, mesoclima, topoclima y microclimas como se entiende en este estudio. (figura 1).
La literatura identifica tres metodologías básicas para los estudios de topoclima:
Utilización de datos de monitoreo (convencional o automático) para evaluación del comportamiento de las variables climáticas del área objeto de estudio (Baza, 2015Baza, R. 2015. Caracterización climática de valle intramontano. Valle de Caujerí: Estación Meteorológica 78319. Fondo Bibliográfico Centro Meteorológico Provincial Guantánamo. Informe a Programa Nacional Ciencia e Innovación Tecnológica. CITMA, 56 p.).
Instalación de una red de puntos de monitoreo temporal para determinar gradientes que describan en el comportamiento de las variables climáticos (Montenegro, 1993Montenegro, U. 1993. Caracterización Climática de las montañas de la región oriental de Cuba. Fondo Bibliográfico del Centro Meteorológico Provincial Santiago de Cuba, Cuba. Informe a la Academia de Ciencia de Cuba, 89 p.).
Modelos numéricos que simulan el comportamiento de la atmósfera en la región de estudio (Fernando, et al., 2017Fernando, J.S.; Joshua, P. H.; Katopodes, F.; Pardyjak, E.; Dunn, P.; Pratt, T.; Hoch, S.; Steenburgh, J.; Whiteman, D.; Pu, Z. & F.J. de Wekker, S. 2017. Mountain Terrain Atmospheric Modeling and Observations (MATERHORN) Program. Reporte Final del Programa, no. N00014-11-1-0709, Notre Dame, Estados Unidos.: University of Notre Dame, 43 p.).
La utilización directa de datos de monitoreo es la más directa y simple de las metodologías utilizadas. No obstante estas ventajas se convierten en las principales limitaciones de uso este método en estudios topoclimáticos. Por sus objetivos y costo, las redes superficiales de monitoreo meteorológico generalmente, no están diseñada para estudios a escala local (Afrizal & Surussavadee, 2018Afrizal, T. & Surussavadee, Ch. 2018. High-Resolution Climate Simulations in the Tropics with Complex Terrain Employing the CESM/WRF Model. Advances in Meteorology, 2018: 1-15, ISSN: 1687-9309, 1687-9317. DOI: 10.1155/2018/5707819.).
El procedimiento de gradientes ha sido el más utilizado en los estudios topoclimáticos en Cuba. El estudio topoclimático más extenso de este tipo en tiempo cronológico, alcance territorial, factores y elementos climáticos analizados, fue realizado en las décadas de los 80-90 del siglo XX (Montenegro,1993Montenegro, U. 1993. Caracterización Climática de las montañas de la región oriental de Cuba. Fondo Bibliográfico del Centro Meteorológico Provincial Santiago de Cuba, Cuba. Informe a la Academia de Ciencia de Cuba, 89 p.).
A pesar de su utilidad, este método de estudio del topoclima presenta algunas limitaciones. El uso de gradientes implica una generalización de la relación entre el comportamiento local de una variable climática con relación a un factor formador del clima, como altura sobre el nivel del mar o continentalidad, el cual es difícil de evaluar sistemáticamente. Adicionalmente se asume un comportamiento constante en el tiempo de las relaciones identificadas, lo que es cada vez más cuestionable en un contexto de clima cambiante. Finalmente, la necesidad de campañas específicas para mediciones en superficie, debido a la baja densidad de estaciones meteorológicas en las regiones montañosas y la poca correlación entre ellas, especialmente en las montañas ubicadas en regiones tropicales insulares como Cuba, introduce limitaciones logísticas.
El desarrollo científico y tecnológico de las últimas décadas permite considerar el uso de los modelos numéricos atmosféricos a mesoescala como herramienta de análisis climático (Fonseca & Martín-Torres, 2018Fonseca, R. & Martín-Torres, F. J. 2018. “High-resolution dynamical downscaling of re-analysis data over the Kerguelen Islands using the WRF model”. Theoretical and Applied Climatology, 135p). Estos modelos han mantenido un desarrollo sostenido a lo largo de este siglo, con varios reanálisis globales en funcionamiento alimentados de bases de datos climáticas con altas potencialidades para estudios topoclimáticos (Fernando et al., 2017Fernando, J.S.; Joshua, P. H.; Katopodes, F.; Pardyjak, E.; Dunn, P.; Pratt, T.; Hoch, S.; Steenburgh, J.; Whiteman, D.; Pu, Z. & F.J. de Wekker, S. 2017. Mountain Terrain Atmospheric Modeling and Observations (MATERHORN) Program. Reporte Final del Programa, no. N00014-11-1-0709, Notre Dame, Estados Unidos.: University of Notre Dame, 43 p.).
En Cuba los modelos numéricos atmosféricos regionales han sido empleados generalmente con objetivos operativos (Turtos, et al., 2013Turtos, L.; Capote, G.; Fonseca, Y.; Alvarez-Escudero, L.; Sanchez, M.; Bezanilla, A.; Borrajero, I.; Meneses, E. & Pire, S. 2013. “Assessment of the Weather Research and Forecasting model implementation in Cuba addressed to diagnostic air quality modeling.”. Atmospheric Pollution Research., 4(1): 64-74.; Sierra-Lorenzo, et al., 2014Sierra-Lorenzo, M.; Ferrer, A.; Hernández, R.; González, Y.; Cruz, R.C.; Borrajero, I. & Rodríguez, C.F. 2014. Sistema de Predicción a muy corto plazo basado en el Acoplamiento de Modelos de Alta Resolución y Asimilación de Datos. Informe de Proyecto, Habana, Cuba.: Instituto de Meteorología., 71 p., 2015Sierra-Lorenzo, M.; Ferrer, A.; Valdés, R.; González, Y.; Cruz-Rodríguez, R.C.; Borrajero, I.; Rodríguez, C.F.; Quintana-Rodríguez, N. & Roque, A. 2015. Sistema automático de predicción a mesoescala de cuatro ciclos diarios. Unpublished.; Álvarez-Escudero, et al., 2014Álvarez-Escudero, L.; Borrajero, I.; Bezanilla, A.; González, Y.; Gómez, Y.; Vichot, A.; Ferrer, A.; Fernández, C.; Sierra-Lorenzo, M.; Bárcenas, M. & Pérez, A. 2014. Estudio de factibilidad para la asimilación e implementación de modelos numéricos para el pronóstico estacional de la lluvia. Informe Final de Proyecto, no. 600.204.17, Habana, Cuba.: Centro de Física de la Atmósfera. Instituto de Meteorología., 51 p.; Mayor & Mesquita, 2015Mayor, Y. G. & Mesquita, M. D. 2015. “Numerical Simulations of the 1 May 2012 Deep Convection Event over Cuba: Sensitivity to Cumulus and Microphysical Schemes in a High-Resolution Model.”. Advances in Meteorology., 2015: 16, ISSN: http://dx.doi.org/10.1155/2015/973151.; Moya & Ortega 2015Moya Álvarez, A. S. & Ortega León, J. M. 2015. “Aplicación del modelo meteorológico WRF para el pronóstico de precipitaciones en período lluvioso de Cuba, 2014.”. Apuntes de Ciencias Sociales, 05(01). ISSN: 2225-5141, 2225-515X, DOI: 10.18259/acs.2015021., 2017Moya Álvarez, A. S. & Ortega León, J. M. 2017. Utilización del modelo meteorológico WRF_ARW con fines operativos y de investigación en la zona montañosa de la región oriental de Cuba. Informe Final Proyecto., no. P211LH007-016, Habana, Cuba.: INSMET, 20 p.; Roque, et al., 2016Roque, A.; Ferrer, A.; Borrajero, I. & Sierra-Lorenzo, M. 2016. “Pronóstico de viento a corto plazo utilizando el modelo WRF en tres regiones de interés para el Programa Eólico Cubano”. Revista Cubana de Meteorología, 22(2): 164-187, ISSN: 0864-151X., 2018aRoque, A.; Ferrer, A.; Borrajero, I. & Sierra-Lorenzo, M. 2018a. “Elaboración de pronóstico energético a corto plazo para parques eólicos”. Revista de Ingeniería Energética, 39(2): 115-122.; Alvarez-Escudero, 2017Alvarez-Escudero, L. 2017. Assessing the potential of a long-term climate forecast for Cuba using the WRF model. DOI: 10.13140/rg.2.2.25563.26403.; Álvarez-Escudero, & Borrajero, 2018Álvarez-Escudero, L. & Borrajero, I. 2018. Distribución espacial de fenómenos meteorológicos en Cuba clasificados a partir del código de tiempo presente II. Revista Cubana de Meteorología, 24(1): 111-127.; Varona-González, et al., 2018Varona-González, H.L.; Martínez-Serrano, L.; Pavón-López, J. & Hodelin-Shombert, H. 2018. “Estudio del oleaje generado por un huracán de categoría 5 en la costa sur de las provincias orientales de Cuba”. ; Verde et al., 2018Verde, A. V.; Rodríguez, R. C. C. & Rodríguez, A. R. 2018. “Evaluación del pronóstico de viento del modelo Weather Research Forecast (WRF) en torres de prospección eólica”. Revista Cubana de Meteorología, 21(2): 16-28. ISSN: 0864-151X.) y en modelación de proyecciones climáticas futuras o escenarios de cambio climático (Centella, et al., 1999Centella, A.; Gutiérrez, T.; Limia, M. & Rivero, R.J. 1999. “Climate change scenarios for impact assessment in Cuba.”. Climate Research., 12(2-3): 223-230, ISSN: 1616-1572.; Fonte, et al., 2014Fonte, A.; Rivero, R.E. & Rivero, R.R. 2014. “Escenarios de cambio climático para la energía solar y eólica durante el siglo XXI”. Cubasolar.; Alonso, et al., 2018Alonso, Y.; Bezanilla, A.; Roque, A.; Centella, A.; Borrajero, I. & Martinez, Y. 2018. Wind resource assessment of Cuba in future climate scenarios. Wind Engineering, : 0309524X1878039, ISSN: 0309-524X, 2048-402X.). Sin embargo, finalizando la segunda decena del siglo XXI, no se había considerado el uso de los modelos numéricos atmosféricos regionales para estudios topoclimáticos. La aplicación de este método está actualmente limitada por los requerimientos de procesamiento y almacenamiento computacional necesarios para la escala de detalles que se precisa en los análisis de topoclimas.
En los más de 50 años de estudio del clima en Cuba de forma sistemática, el clima de montaña ha sido analizado de manera intermitente. De los estudios identificados en este campo la mayor parte se han realizado a escala espacial mesoclimática. La altitud, como factor climático geográfico, ha sido analizada en el cien por ciento de los estudios de clima de montaña en Cuba y el elemento climático más investigado ha sido la precipitación.
Los estudios topoclimáticos en Cuba han utilizado mayormente el análisis de gradientes como método de investigación. El desarrollo científico y tecnológico de las últimas décadas permite contar con modelos numéricos atmosféricos regionales y reanálisis climáticos globales con altas potencialidades para estudios topoclimáticos.
Las limitaciones de los métodos utilizados para los estudios topoclimáticos actualmente en Cuba restringen la prestación de servicios climatológicos que beneficien el desarrollo económico, social y ambiental de las montañas y limitan la efectividad de los sistemas de protección a las personas y la propiedad ante desastres originados por eventos meteorológicos.
Cuba, en las condiciones actuales de limitada capacidad tecnológica, podría aprovechar una propuesta metodológica que integre las potencialidades de los métodos enunciados y minimice las limitaciones identificadas.